"Tiempo" (2008)


"Este poemario es mezcla de musicalidad, poesía e imagen, tres elementos básicos de un poeta. Consta de treinta poemas con diferente estructura. Utiliza versos libres, donde el sentimiento es lo que fluye. (...) En estas páginas podemos deleitarnos con versos de amor, de pasión y de nostalgia, a veces desde los recuerdos que guarda de su infancia."
PRÓLOGO (fragmento), de Rosa Francés Requena

  • UN PASEO Y UN RECUERDO
Estos árboles
eran más altos
hace algún tiempo.

O quizás mi vista
estaba cerca del suelo.

Ayer di un paseo
y en el abismo
del recuerdo más
profundo me asomé.

Cuando los días
pasaban raudos.

Hace algún tiempo,
vi que estos árboles
eran más altos.


  • DE QUIEN DIRIGE ESTA ORQUESTA
El final es calderón* en la batuta
de quien dirige esta orquesta.

El tiempo es por nosotros,
los que su fin asimilamos.
De la cuerda que le doy se alimenta,
de la memoria de lo alejado.

El tiempo precisa contratiempo.
Al tiempo es pensar demasiado.

Al final darse cuenta:
el final es calderón...

Que en relación a lo que fuiste
resultarán las puertas.

Bienaventurados los que sufren,
porque ellos verán a Dios.

(*) Figura musical que prolonga un tiempo a voluntad del intérprete o director.


  • AL AMOR
Amo cada instante fugaz que nos damos.
Amo porque la locura me atrapó.
Soy un loco porque caigo por amor
en los instantes a tu lado más humano.

Amo los días que paso soñando,
los días que pasamos a la acción
sin contemplaciones, y también los que,
sin pasar a la acción, nos contemplamos.

Amo el lenguaje de nuestras miradas.
No digas nada, tus ojos dicen más
que las más oportunas palabras.

Amo los días que a mi lado quedas.
Aun cuando te tengo lejos, sonríe.
Al ser por ti, también amo la espera.


  • NATURALMENTE
Al recuerdo de mi infancia y de todas las personas que participaron en ella.

Terminaré volviendo a la infancia,
donde el cansancio era desgana
y las cuestas eran nuevas.
Camino bajo danzas de la tormenta,
porque desconozco el día de mañana.
Vendrán a tiempo, noches de esperada calma.
Naturalmente. Naturalmente...
como el fin que a todos nos aguarda.

Terminaré volviendo a mi casa,
al campo donde los veranos pasaba.
Me quedaré en la puerta,
y allí en la entrada, recordaré a tres niños,
corriendo, riendo, jugando.
Cerraré los ojos y una lágrima entenderá.
Naturalmente. Naturalmente...
todo se acaba.